miércoles, 21 de abril de 2010

Corzos



El corzo es probablemente de los animales más fáciles de ver en todo el concejo. Todas las zonas de prados y pastizales con bosquetes intercalados son ideales ya que en estos últimos encuentran refugio y en los primeros alimento. Ahora en el mes de abril y mayo se producen los partos de las hembras, normalmente dos corzinos por parto sobre todo en las hembras no primerizas.



Los primeros días, las crías permanecen inmóviles, tumbadas en el suelo entre la vegetación. Las manchas blancas del dorso forman un camuflaje perfecto en el sotobosque, siendo complicado distinguirlos entre los claroscuros formados por la luz que se filtra a través de las hojas del bosque. La época de celo tiene lugar hacia los meses de julio y agosto, pero para que las crías no nazcan en pleno invierno, sino que lo hagan en primavera, cuando las condiciones meteorológicas son favorables y abunda la comida por todas partes, se produce lo que se conoce como diapausa embrionaria que consiste en que, tras la fecundación, el óvulo no se implanta hasta aproximadamente el mes de diciembre o enero. A partir de ese momento comienza la gestación propiamente dicha.




El final del invierno y principio de la primavera es una buena época para ver los corzos, ya que la vegetación aún no cubre totalmente el terreno lo que facilita la visión. También es fácil verlos en los prados a primeras o últimas horas del día comiendo la hierba fresca que comienza a brotar en los mismos.




Es una especie tan presente en todas partes que incluso hace unos pocos años, llegó algún ejemplar prácticamente hasta el Ayuntamiento, bajando tranquilamente por la Calle Mayor. También van un par de ocasiones que veo dos ejemplares pastando tranquilamente a media tarde en las inmediaciones de la senda que va hasta El Crucero, con gente paseando que estoy seguro que, en su mayoría, ni siquiera repararon en su presencia.

jueves, 15 de abril de 2010

Mirlos acuaticos





El pasado día 7 de abril el periódico La Nueva España publicaba una noticia en la sección Centro en la cual se informa del derribo, posiblemente intencionado, de dos nidos de mirlo acuático (Cinclus cinclus) en el río Pra en la localidad de Fuensanta (Nava).

http://www.lne.es/centro/2010/04/07/derriban-nidos-mirlo-acuatico-zona-libre-pesca-rio-pra-fuensanta/897089.html

Teniendo en cuenta que el día que se produjo el derribo era el comienzo de la temporada hábil de pesca de la trucha y viendo los comentarios efectuados por algunos pescadores de la zona, todo hace suponer que el derribo de los nidos fue provocado por alguno de estos pescadores que se sienten gravemente perjudicados por este pájaro.


Yo personalmente soy pescador de trucha y por mi trabajo tengo relación con pescadores y cazadores y cada día alucino más con los extremos a los que pueden llegar algunas personas, con un conocimiento nulo de cualquier tema relacionado con la naturaleza, pero eso sí enseguida se proclaman los mayores defensores de la misma. Cuando voy al río y tengo la suerte de tropezarme con alguna nutria por ejemplo, recojo los bártulos y me siento a la orilla a verla pescar. Hay quién en lugar de disfrutar de este espectáculo gratuíto, se dedica a tirarle piedras y palos. He oído a pescadores decir burradas como que los cormoranes comen hasta 4 kilos de truchas al día (supongo que rompiendo todas las leyes de la física relativas al vuelo), cuando la realidad es que en el mejor de los casos, o sea, un día que se les dé especialmente bien, consumen alrededor de los 400 gramos. Además se trata de una especie que pesca de modo cooperativo, por lo que su mayor efectividad se da en aguas profundas como embalses en los que captura principalmente otras de las muchas especies introducidas por la mano del hombre y que son más fáciles de atrapar como las carpas. He oído también a alguno intentar convencerme de que había visto pasar una garza con truchas en el pico e incluso cogidas con las patas (igual que si fuera un águila pescadora). Han salido algunos en el periódico diciendo que los patos eran perjudiciales porque se alimentaban de alevines de truchas y salmones. Ante artículos serios y rigurosos de investigadores expertos en la materia en los que se habla de alguno de los verdaderos problemas que acosan a los ríos como este

http://www.lne.es/opinion/2010/03/14/dejemos-salmones-reproduzcan/886271.html

Hemos tenido que leer tonterías de políticos como estas

http://www.lne.es/deportes/2010/03/19/pesca-salmon-chiste-coca-cola/888770.html

O de quienes despotrican contra los investigadores como en esta surrealista carta al director.

http://mas.lne.es/cartasdeloslectores/carta/3454/verdaderos-enemigos-salmon-complices.html

Eso sí cuando cuentan que antiguamente ibas a pescar y sacabas 5 o 10 kilos de truchas al día nadie se escandaliza y lo ven normal, como si esos excesos de entonces (y en algunos casos de ahora) no influyesen en las poblaciones de truchas.

Pues bien, aparte de los cormoranes, nutrias y garzas, ahora resulta que también nos molesta el mirlo acuático porque supuestamente se come los invertebrados que sirven de cebo para nosotros poder pescar y comernos (o en algunos casos vender pese a estar prohibido) las truchas.

Mal vamos si tenemos que echar la culpa de nuestras vergüenzas, léase sobreexplotación de recursos, contaminación de las aguas, embalses, destrucción de riberas (alguna vez hablaremos de la teoría de la “trucha fotosintética”), a quienes solo pescan para comer, sacar adelante sus crías y en definitiva ¡¡¡para vivir!!!.



martes, 13 de abril de 2010

Excursión



El pasado domingo salí a dar un paseo por el monte, desde el alto de Brañúas hasta el pico Mancebón, siguiendo el cordal que hace de divisoria entre los concejos de Tineo y Villayón. La mañana estaba soleada, aunque a primera hora y a esas alturas corría algo de aire. En cuanto a bichos, al principio, en el camino rastros de lobo y un par de buitres que pasan volando en dirección sur.


Excrementos de lobo con pelo de potro


Al llegar a la Chana Candaneo, donde se instaló un medidor de la intensidad del viento para colocar un parque eólico, me encuentro que la torre esta completamente retorcida y derribada, supongo que a consecuencia de la última “tormenta perfecta” (Naturaleza 1- Eólicas 0).Más adelante, en un pastizal en el que suele formarse un pequeño encharcamiento, se levanta la primera sorpresa, una agachadiza (Gallinago gallinago), supongo que en paso, que se encontraba descansando al borde del agua.


Excrementos de perdiz

En los alrededores de la charca se pueden ver abundantes excrementos de liebre ,alguno de perdiz y varios narcisos en flor. Sigo adelante parando de vez en cuando a echar un vistazo por las laderas con los prismáticos pero no hay suerte y no se deja ver ni un simple corzo.


Narciso

Una vez que llego al pico Mancebón, donde hay pastando varias vacas y caballos, estuve un buen rato al resguardo de unas peñas mirando con los prismaticos hacia un collado con buena pinta para ver lobo, pero sin suerte.


Vista desde el Pico Mancebón


Del lado de Villayón podía verse un espléndido mar de nubes en el fondo del valle.


Mar de nubes

De vuelta a Brañúas, la segunda sorpresa, un mirlo capiblanco (Turdus torquatus) levanta el vuelo siendo imposible hacer ninguna foto. Se trata de un pájaro de tamaño similar al mirlo (Turdus merula) pero con una mancha blanca en el pecho. Probablemente sería un individuo en paso que regresa a los países del norte de Europa donde se localizan sus áreas de cría. Personalmente era la primera vez que veía la especie, y me presto doblemente al verla en Tineo. De aquí al coche nada más destacable. En total un agradable paseo de unas 3,5 horas. Saludos.

miércoles, 7 de abril de 2010

Buitres



El buitre común (Gyps fulvus) es el ave carroñera por excelencia de nuestros campos. En el Principado hay entre 170 y 200 parejas nidificantes distribuidas en alrededor de 30 colonias, principalmente en el entorno de los Picos de Europa.



En los últimos años la especie se ha ido expandiendo por el occidente de la región, encontrándose algunas parejas establecidas en el Parque Natural de Somiedo. Con gran abundancia de ganado pastando en los montes, cada vez es más fácil ver esta especie en todas las sierras del concejo.



Sus más de dos metros de envergadura hacen que sus desplazamientos apenas le supongan ningún gasto energético ya que planean a grandes distancias aprovechando las corrientes térmicas que se generan. Así por las mañanas, cuando el día comienza a calentar, se lanzan a volar aprovechando estas corrientes para coger altura, desplazándose en largos vuelos de prospección en busca de cadáveres. Gracias a su extraordinaria vista pueden localizar alimento a gran distancia. Además se guían por otras aves como córvidos que suelen ser los primeros en llegar a las carroñas.



Una vez localizado el cadáver, van descendiendo poco a poco y con gran cautela, ya que son extremadamente desconfiadas hasta que, una vez se posan a comer, empieza el caos. Las peleas revolcones y picotazos son continuos, y los más fuertes son los primeros en comer. Una vez abandonan la zona quedan abundantes plumas desprendidas en las refriegas.




Como decía antes, todas las sierras que albergan ganado, son visitadas por los buitres. En el caso de las fotos que acompañan el post, fueron tomadas en las proximidades de un potro muerto, una vez habían acabado de comer. En este momento, una vez se han llenado, suele ser más fácil acercarse a ellos y hacer algunas fotos, ya que les cuesta remontar el vuelo.