La primavera es la estación de la vida. Por todos lados pueden oírse los cantos de los pájaros delimitando sus territorios, flores de vivos colores tapizando los prados etc… Precisamente en esta época, tumbado en cualquiera de estos prados, y completamente inmóvil, es posible que nos encontremos un pequeño corcino aparentemente frágil y asustado. Inmediatamente pensaremos en Bambi, comenzaremos a imaginar lo triste y solitario que está, los múltiples peligros que le acechan y la horrible muerte que le espera en las fauces de un depredador. Se despertarán nuestros instintos maternales o parentales y lo cogeremos para llevarlo a la seguridad de un centro de recuperación, sin darnos cuenta de que precisamente esta acción es la que va a poner en peligro su vida. Su estrategia de supervivencia consiste precisamente en estar tumbado solo e inmóvil, recibiendo de vez en cuando las visitas de su madre para alimentarlo. Después vuelve a desaparecer nuevamente, aplastándose contra el suelo, totalmente quieto mientras la madre descansa en las proximidades hasta la próxima visita.
Otra especie que se suele encontrar es el cárabo. Su afán de explorar el mundo lleva a los pollos a abandonar muy pronto el nido y a lanzarse a lo desconocido, a menudo sin emplumar del todo. Pero al igual que en el caso de los corcinos no están solos, sino que sus padres andan cerca y continúan aportándoles comida.
Por eso, si en uno de nuestros paseos por el campo encontramos una de estas, u otras especies, aparentemente desvalidas, lo mejor es que no las toquemos y las dejemos donde están porque, si nos dejamos llevar por nuestro sentimentalismo, lo que vamos a conseguir, en el mejor de los casos, es que acaben sus días encerrados en una jaula de un zoológico o centro de recuperación junto con otros varios congéneres que corrieron igual suerte,, o en el peor, muertos por el stress sufrido al manipularlos.
Únicamente, si estuvieran en un peligro inminente como cerca de una carretera, perros sueltos etc… convendría apartarlos de allí y dar aviso al 112 para que pasasen a recogerlo y trasladarlo a un sitio más seguro donde pueda ser encontrado por sus padres.
Únicamente, si estuvieran en un peligro inminente como cerca de una carretera, perros sueltos etc… convendría apartarlos de allí y dar aviso al 112 para que pasasen a recogerlo y trasladarlo a un sitio más seguro donde pueda ser encontrado por sus padres.
Gracias por los consejos, pero yo no tengo suerte en mis salidas de ver la naturaleza en este estado
ResponderEliminarTanto va el cantaro a la fuente.... ¡Ya verás como es solo cuestión de tiempo!.
ResponderEliminarMuy buena recomendacion,a la que con tu permiso me gustaria añadir que debemos alterar lo menos posible todo el entorno, por vulgar que sea. Un saludo
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