viernes, 26 de noviembre de 2010

Madroños

El madroño (Arbutus unedo) es un arbusto de la familia de las ericáceas que en algunos casos puede llegar a medir entre 7 y 10 metros. De hoja perenne parecida a la de los laureles, se distribuye generalmente en ambientes mediterráneos, en altitudes inferiores a 800 metros y generalmente en valles y laderas resguardadas. Al igual que los brezos, prefiere los suelos ácidos. Las flores, de tonalidad blanco verdosa, aparecen en panículas colgantes. El fruto, el popular borrachín, madura al otoño siguiente de la floración.



El nombre de borrachín hace referencia a que los frutos maduros pueden tener trazas de alcohol debido a la fermentación de los azucares. Diversas aves y mamíferos como la marta, el zorro e incluso el oso, contribuyen a la dispersión de la especie al ingerir los frutos y eliminar las semillas con las heces.Tiene capacidad para rebrotar de cepa, fundamental para resistir los incendios forestales ya que sus semillas apenas soportan el fuego.



Las mejores manchas de madroños del concejo las podemos encontrar en el Cuarto de la Riera, alrededores de Tuña y en el Cuarto los Valles, hacia la Cabecera del Río Navelgas, en los pueblos de Rellanos, Candanedo o el Tejedal. Estos días están en plena floración, encontrando también ya algunos frutos maduros y listos para comer.

viernes, 12 de noviembre de 2010

Otoño

Los colores otoñales ya están en toda su plenitud. Amarillos, ocres y rojos dominan en los bosques.



Los días comienzan a ser más cortos, la temperatura disminuye día a día y la radiación solar es menos intensa. Cada vez es más difícil la captación y transformación de nutrientes;El coste de mantener las hojas en estas condiciones desfavorables es mayor que el beneficio aportado por la fotosíntesis. La unión entre la hoja y la rama se va cerrando poco a poco hasta que se interrumpe el flujo de savia totalmente y se desprenden.



La degradación de la clorofila, que aporta el característico color verde a las hojas, permite que aparezcan otros componentes que hasta ese momento se encontraban enmascarados por esta como carotenoides, xantofilas y antocianinas que son los responsables de las diferentes tonalidades.

Así los carotenoides, responsables por ejemplo del color de las zanahorias, producirán tonalidades anaranjadas, las xantofilas dan lugar a tonos amarillentos y las antocianinas dan lugar a las coloraciones rojizas y púrpuras. Las diferentes especies de árboles presentan coloraciones características dependiendo de que tengan mayor proporción de uno u otro compuesto. Así por ejemplo, castaños y robles adquieren coloraciones amarillas, las hayas van variando de amarillo a rojizo etc...



De todos los árboles característicos de la cordillera, quizás sean estas últimas, las hayas, las que proporcionan las panorámicas más atractivas en otoño. Aprovechemos pues estos fines de semana para ver toda la gama de colores de nuestros bosques y veamos las diferencias de tonos que presentan dependiendo de la especie, la hora del día, si el día está soleado o lluvioso etc…

jueves, 4 de noviembre de 2010

Mantis

Un prado cualquiera. Miles de insectos en un soleado día de otoño revoloteando de un sitio a otro aprovechando los últimos cálidos rayos de sol del año. Un saltamontes aterriza sobre una planta de diente de león (Taraxacum oficcinale). Se encuentra tan confiado que no repara en el insecto a su derecha. De repente un rápido movimiento y cuando quiere reaccionar ya es demasiado tarde. Ha pasado a convertirse en el primer plato de una Mantis (Mantis religiosa). Perteneciente a la familia Mantidae, es uno de los insectos más familiares para la mayoría de las personas, al menos en foto, al que reconocen por su particular postura, como si estuviese rezando, y de donde le viene su nombre.


Macho.

Se trata de un voraz depredador de otros insectos, a los cuales caza al acecho, manteniéndose inmóvil a la espera de que su presa se ponga a tiro para con un rápido movimiento atraparla con sus patas en forma de garra para devorarlo a continuación. Tiene movilidad en la cabeza, pudiendo girarla a los lados, y grandes ojos, cualidades ambas importantes para localizar sus presas.



Primer plano.

Según la creencia más extendida, tras el apareamiento, la hembra, mucho mayor y más gruesa, devora al macho. Después de buscar algo de información parece que actualmente se desmiente esta teoría y se afirma que los casos de canibalismo suelen darse con ejemplares cautivos y mal alimentados que requieren un gran aporte de proteínas para formar los huevos. En libertad el macho tendría más posibilidades de escapatoria. El apareamiento tiene lugar a final del verano. La hembra produce feromonas que son detectadas por los machos. Los huevos se ponen en el interior de una ooteca envueltos en una especie de espuma que se solidifica posteriormente, eclosionando en la primavera siguiente.


Hembra en postura de espera.

Los ejemplares de las fotos los encontré a finales de septiembre en la huerta al lado de casa, donde suelen aparecer todos los años en la misma época. Al contrario que otros insectos, más rápidos y nerviosos, las mantis son más tranquilas y pausadas lo que facilita la labor de fotografiarlas. Así con las actuales cámaras digitales es muy fácil llenar una tarjeta de 2 GB en poco más de media hora.