viernes, 12 de noviembre de 2010

Otoño

Los colores otoñales ya están en toda su plenitud. Amarillos, ocres y rojos dominan en los bosques.



Los días comienzan a ser más cortos, la temperatura disminuye día a día y la radiación solar es menos intensa. Cada vez es más difícil la captación y transformación de nutrientes;El coste de mantener las hojas en estas condiciones desfavorables es mayor que el beneficio aportado por la fotosíntesis. La unión entre la hoja y la rama se va cerrando poco a poco hasta que se interrumpe el flujo de savia totalmente y se desprenden.



La degradación de la clorofila, que aporta el característico color verde a las hojas, permite que aparezcan otros componentes que hasta ese momento se encontraban enmascarados por esta como carotenoides, xantofilas y antocianinas que son los responsables de las diferentes tonalidades.

Así los carotenoides, responsables por ejemplo del color de las zanahorias, producirán tonalidades anaranjadas, las xantofilas dan lugar a tonos amarillentos y las antocianinas dan lugar a las coloraciones rojizas y púrpuras. Las diferentes especies de árboles presentan coloraciones características dependiendo de que tengan mayor proporción de uno u otro compuesto. Así por ejemplo, castaños y robles adquieren coloraciones amarillas, las hayas van variando de amarillo a rojizo etc...



De todos los árboles característicos de la cordillera, quizás sean estas últimas, las hayas, las que proporcionan las panorámicas más atractivas en otoño. Aprovechemos pues estos fines de semana para ver toda la gama de colores de nuestros bosques y veamos las diferencias de tonos que presentan dependiendo de la especie, la hora del día, si el día está soleado o lluvioso etc…

No hay comentarios:

Publicar un comentario