martes, 4 de mayo de 2010

Una de sapos ....corredores







El sapo corredor (Bufo calamita) es un sapo de tamaño medio y de coloración variable, encontrándose ejemplares de tonos más marrones y otros más verdosos. El iris es amarillento, la pupila negra y se dispone en posición horizontal. Suele ser característica, aunque no siempre aparece, una banda vertebral clara que recorre toda la espalda. Como su nombre indica otra de sus características es la forma en que se desplazan, con pequeñas carreras.




Aprovecha para la reproducción las pequeñas charcas temporales que se producen después de las lluvias. En ellas durante la época de celo se reúnen los machos a emitir sus cantos llegando posteriormente las hembras. Entonces se producen las cópulas. El abrazo (amplexus) es axilar y en ocasiones se ven grupos de tres u cuatro machos intentando aparearse con una hembra, la cual puede morir ahogada debido al excesivo peso.

Teóricamente, las guías de anfibios que podemos encontrar en el mercado, sitúan el área de distribución de la especie, en el centro y sur peninsular, quedando Asturias fuera del área de distribución o como mucho señalando su presencia en alguna zona del suroccidente, en el límite con León.




Por eso la sorpresa fue observar, una noche de verano durante un paseo nocturno por la Sierra de Tineo, un par de anfibios que cruzaban el camino a la luz de la linterna y que a primera vista no supe de que especie se trataba. Acercándome a ellos pude hacerles alguna foto, identificando la especie posteriormente como sapo corredor. Algunos días después, pude encontrar algún ejemplar de la misma especie en otra zona del concejo de Cangas y hablando con más gente del tema me dieron referencia de alguna otra zona del occidente donde también localizaron individuos.



El hábitat donde fue localizada en todos los casos era similar, cordales de montaña a alrededor de los 1.000 metros sobre el nivel del mar (el record de altitud de la especie a nivel europeo es de 2.540 metros, en Sierra Nevada). Se trata de una especie, que como la mayoría de anfibios y reptiles no despierta mucha simpatía entre la gente, lo que unido a sus hábitos nocturnos, ha facilitado que pasen desapercibidos en muchos sitios. A poco que nos fijemos seguro que podrían aparecer nuevas poblaciones en otras sierras del concejo. Seguiremos atentos.

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