Al final y tras más de dos horas dando vueltas por el Pinar de la Barrosa, pinar de pino piñonero con matorrales asociados como ruscos (Ruscus aculeatus), retamas (Retama monosperma), romero (Rosmarinus officinalis), tojo (Ulex australis), coscoja (Quercus coccifera), enebros (Juniperus macrocarpa) etc… en el que supuestamente se podían ver, no hubo suerte. ¡Espero que fuese por que su camuflaje les hace invisibles y no por que en realidad no los hubiese en la zona!. De todas formas la tarde no fue desaprovechada porque cuando estaba mirando unos matorrales, salto un pájaro a unos 50 cms de mí., emitiendo un reclamo y posándose en un camino arrastrando un ala y chillando insistentemente.
Se trataba de un chotacabras pardo (Caprimulgus ruficollis), y al ver su actitud me dí cuenta de que tenía el nido muy cerca. No dí ningún paso más no fuera a pisarlo y al mirar hacia abajo, totalmente quietos, ví dos pollos que se camuflaban en una pequeña depresión del suelo que formaba el nido.
Unas fotos rápidas y salí detrás del adulto que continuaba simulando estar herido mientras se alejaba del nido, arrastrando tras de sí al “peligroso depredador” que le iba haciendo fotos mientras tanto. Por desgracia no llevaba el teleobjetivo por lo que no pude hacerle ninguna foto de cerca. Este comportamiento de hacerse el herido para atraer sobre él la atención de los depredadores ya lo había visto un par de veces con las perdices rojas (Alectoris rufa), en una ocasión en los Pirineos, en Andorra y en otra ocasión aquí en Tineo en la zona de Burgazal. En este último caso, mientras íbamos en coche, encontramos una perdiz con diez pollos de apenas un par de días que intentaban subir por un talud de la carretera con muchas dificultades. Al parar el coche para subirlos, inmediatamente el adulto, que sí había conseguido subir, se tiró a la carretera arrastrando el ala para que lo siguieramos. Tras ayudar al último pollo nos alejamos para que volviera a reunirse la familia.
Volviendo al Pinar, tras el encuentro con el chotacabras, nada más destacable, algún mirlo (Turdus merula) y algún jilguero (Carduelis carduelis). Cuando ya estaba finalizando la excursión, cruzó un conejo de monte (Oryctolagus cuniculus) a toda velocidad hacia una zona donde había visto una madriguera.
Otro día fuimos hasta Sanlúcar de Barrameda para hacer una excursión en barco por el Guadalquivir con parada en Doñana.
La verdad, no se puede decir que decepcionante porque ya me lo esperaba, pero solo es recomendable a quien quiera dar un paseo en barco y no tenga mucho interés en ver bichos ya que lo normal en este tipo de visitas es ver muy poco. Algún milano negro (Milvus milvus), un águila calzada (Hieraetus pennatus), flamencos (Phoenicopterus ruber) que fueron lo más destacable porque nunca los había visto y millones de mosquitos. Al tratarse de un Parque Nacional las visitas son restringidas y sin salirse de las rutas trazadas. Eso sí, los romeros del Rocío tienen carta blanca, aunque como reconocen en la zona sea un desastre para el parque que hay que limpiar durante días con fondos públicos, para que unos cuantos se diviertan y se luzcan a gusto. Es lo que tienen las tradiciones, hay que permitirlas aunque sean una barbaridad. Sin duda en cuanto a fauna resultó mejor el comentado viaje por la Sierra de Andujar del que subiré algunas fotos en otro post.
que suerte teneis, a mí me afecta demasiado la crisis así que a dar la paliza a la familia en Grandas de Salime
ResponderEliminarTampoco es un mal sitio Grandas de Salime, aunque creo que últimamente hay mucho "subversivo" comiendo en los parques.
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