jueves, 23 de septiembre de 2010

Tiempo de berrea




El ciervo o venado (Cervus elaphus) es un ungulado, es decir que sus patas terminan en pezuñas, perteneciente a la familia de los cérvidos. Se trata del cérvido de mayor tamaño de la Península. Es una especie con un marcado dimorfismo sexual, destacando la cornamenta de los machos, que es renovada cada año y en la que, al contrario de lo que cree la mayoría de la gente, el número de puntas de la misma no se corresponde con la edad del individuo que la porta.



Únicamente en los individuos jóvenes podría relacionarse la edad con el tamaño, pero una vez en la edad adulta intervienen otros factores como la genética del animal y la calidad de la alimentación. El máximo esplendor de la misma se da entre los seis y los diez u once años momento a partir del cual comienza a degenerar.





Entre los meses de marzo y mayo aproximadamente, los machos pierden la cuerna (desmogue), comenzando a salir al poco tiempo la nueva, cubierta de una especie de terciopelo protector, el cual una vez desarrollada en su totalidad hacia el mes de agosto, es desprendido a base de rascarse contra árboles y arbustos, quedando la nueva cuerna lista para la época más importante de la vida de los venados: la berrea.

Así, a partir de mediados de septiembre, se comienzan a oír, al atardecer y al amanecer principalmente, los potentes berridos de los machos, que tratan de reunir el mayor número de hembras posibles para aparearse. Es uno de los espectáculos sonoros más impresionantes que se pueden escuchar en la naturaleza, para mi gusto solo superado por el aullido de los lobos (Canis lupus signatus), o por el canto de los cada vez más escasos urogallos (Tetrao urogallus).




En Asturias, tras la extinción del venado a comienzos del siglo XX, debido a la excesiva presión de caza, comenzaron a introducirse en la década de los 50 individuos procedentes de Castilla la Mancha, expandiéndose de nuevo la especie por toda la Cordillera.

En Tineo, las primeras repoblaciones fueron realizadas al final de la década de los 80 con la suelta de unos 10 ejemplares en la Sierra de Tineo. Posteriormente en el año 1992 se soltaron 25 nuevos ejemplares en diversas zonas. La especie se aclimató perfectamente, extendiéndose por todo el concejo, existiendo en la actualidad alrededor de 300 individuos.




Precisamente, las praderías que hay en la Sierra de Tineo, en los alrededores de Cerezal, La Llaneza o Riviella, donde se soltaron los primeros ejemplares, son una de las mejores zonas donde escuchar la berrea. El único problema, es que al haber un gran tránsito de personas y tractores, no es fácil ver a los ejemplares en las últimas o primeras horas del día, sino que no suelen comenzar hasta entrada la noche cuando las molestias disminuyen. En zonas donde la densidad de individuos, y por tanto la competencia es mayor, como Somiedo, Teverga, Proaza o Caso, en los momentos álgidos de la berrea pueden escucharse los bramidos prácticamente a cualquier hora del día, pudiendo convertirse el dormir en una tarea imposible, sobre todo si se tiene un sueño muy ligero.

¡Que viene el lobo!



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Tras el paréntesis vacacional, regresamos con un tema que se había quedado en el tintero ya que no disponemos de un acceso a Internet de calidad en el pueblo (¡luego nuestros políticos se dicen preocupados por el abandono del campo!).



Rastros de lobo en la nieve.

En la Nueva España del día 16 de agosto apareció una pequeña reseña acerca de la muerte de 16 ovejas en Brañalonga y Monteoscuro en un ataque de lobo. Posteriormente, en la edición del día 17 se amplía la noticia:
http://www.lne.es/occidente/2010/08/17/ganaderos-tineo-denuncian-suelta-lobos-criados-montes/956099.html
Como cada vez que se produce un ataque de lobos, la noticia suele seguir el mismo esquema:
Una foto de los animales muertos, con alguno de los propietarios al lado; lamentos por parte de estos por la pérdida de los animales, que el lobo acabará con la ganadería etc..; además, en este caso hay también la explicación de una supuesta teoría según la cual los lobos han sido soltados porque “los lobos no se atreven a bajar al lado de las casas como si nada. Ayer mismo un vecino los vio cruzando la carretera (anotación mía: espero que al menos lo hicieran por un paso de cebra). Y eso teniendo en cuenta que es agosto, que está el monte lleno de animales. ¿Por qué bajarían hasta aquí? Pues porque no tienen miedo a nada, ni a los humanos ni a nada, esos están criados”, y lo que me parece más grave una serie de amenazas veladas “como no se nos escuche tomaremos las medidas que creamos oportunas, que eso quede muy claro. Haremos lo que creamos oportuno en caso de que no se nos escuche. Estamos hartos y no dejaremos que se nos pisotee, de eso nada”. No quiero ni pensar a que se refieren, pero alguien debería tomar nota de ello por si empiezan a ocurrir cosas…


Lobo envenenado.

Con la cantidad de información que hay hoy en día disponible al alcance de cualquiera, parece mentira que todavía se encuentre tan arraigada entre la gente la idea de que se suelten todo tipo de “alimañas malignas” en los montes por parte de ecologistas y Administración. Con el sistema de pago de daños causado por la fauna silvestre que hay hoy en día, y que implica el gasto de varios millones de euros al año, ¿alguien puede decirme qué sentido tiene soltar una serie de animales que van a producir unos daños, que nos van a costar a todos nosotros como contribuyentes cientos de miles de euros todos los años?. Además como si fuese tan fácil criar en cautividad una especie con unas pautas de comportamiento tan complejas como las del lobo y conseguir que se adapten luego a la vida en el monte. Por cierto ¿Alguien sabe donde está situado el centro de cría? ¿Algún apartado rincón en lo más profundo de Muniellos, o algún sótano oscuro de alguna Consejería? Curiosamente los que hablan de las sueltas siempre han oído comentar a alguien, que conoce a uno, que una vez vio a otro que es posible que…. pero lo que se dice pruebas ¡ninguna!.
Cuando hablan de que se acercan a los pueblos, lo cual indicaría según ellos, que están criados en cautividad, parece que no han visto nunca o no han querido ver, a ningún raposo, por ejemplo, hurgando de noche en los cubos de basura del pueblo, o directamente comiendo la comida del perro de la casa, ni a ninguna marta dando una vuelta alrededor de un gallinero en mitad de la noche. En algunos pueblos de Cangas es posible encontrar, de vez en cuando, en mitad de las calles un ”regalito” de algún oso que ha estado comiendo cerezas durante la noche. ¿También han sido criados en cautividad y soltados? Solo hace falta un poco de seriedad y sentido común.
Supongo que todas estas declaraciones forman parte, al igual que esas amenazas veladas de “hacer lo que haga falta”, de la estrategia puesta en marcha para conseguir cacerías para acabar con el problema, y una vez más como viene siendo norma últimamente, a la Administración le sobrará tiempo para autorizarlas.
Una vez más, la cadena se romperá por el eslabón más débil, se adoptará la solución más fácil, que únicamente servirá para “ir capeando el temporal” al político de turno, pero el problema de fondo seguirá ahí.
¿Por qué no se exige que el dinero que se paga por los daños se destine únicamente a quien de verdad vive de la ganadería y no a quién se dedica a ello por afición? ¿Es justo tener que, por ejemplo, pagar los potros de alguien que no vive de ello y que en muchas ocasiones apenas se ocupa de ellos, en lugar de destinar ese dinero a mejorar la cuantía de los daños que se pagan a quién de verdad tiene como modo de vida la ganadería? ¿Por que si, según muchos, el dinero no sirve para compensar el daño, no se exige que se invierta más en labores de prevención? En zonas como la Sierra de la Culebra, con las densidades de lobos más altas de Europa, los daños al ganado son mínimos porque se toman medidas, se cuida el ganado, se cierra por las noches, hay buenos mastines etc… ¿Por qué aquí no se puede hacer lo mismo? Pero claro, eso implica un trabajo extra que quien se dedica a otras cuestiones no está dispuesto a realizar. ¿Por qué quien tiene caballos por la sierra, caballos que en su mayoría no saben lo que es una cuadra ni un veterinario, no protesta por los daños que los lobos les causan? ¿Será porque el dinero que perciben por ellos es mayor que si vendiesen el mismo animal para carne?
En fin, como siempre ¡que malos y perversos son los lobos y pobrecito ganado que es asesinado vilmente por ellos! Pues como todo en la vida, las cosas no son blancas o negras, tienen muchos matices. El lobo no es ni malo, ni bueno, simplemente es un depredador, que cumple una función en la naturaleza y que en determinadas circunstancias puede entrar en conflicto con los seres humanos cuando, con sus ataques, les causa un perjuicio económico, y el ganado no es un pobrecito porque es atacado por el lobo. Para nosotros también es una fuente de proteínas. No se, igual resulta más civilizado rebanarles el cuello en lugar de matarlos a mordiscos, pero no olvidemos que el fin último es el mismo, y que nos comemos unos cuantos millones de animales al año, y en ese caso, cuando lo tenemos en el plato, no nos paramos a pensar ¡uy pobrecito cordero!



Lobos abatidos en un control poblacional.

En fin con voluntad por todas partes, los problemas podrían tener solución, pero cuando no interesa mucho realizar un pequeño esfuerzo por ninguna de las partes, no hay nada que hacer….mejor cuatro tiros y todos contentos.