jueves, 15 de abril de 2010

Mirlos acuaticos





El pasado día 7 de abril el periódico La Nueva España publicaba una noticia en la sección Centro en la cual se informa del derribo, posiblemente intencionado, de dos nidos de mirlo acuático (Cinclus cinclus) en el río Pra en la localidad de Fuensanta (Nava).

http://www.lne.es/centro/2010/04/07/derriban-nidos-mirlo-acuatico-zona-libre-pesca-rio-pra-fuensanta/897089.html

Teniendo en cuenta que el día que se produjo el derribo era el comienzo de la temporada hábil de pesca de la trucha y viendo los comentarios efectuados por algunos pescadores de la zona, todo hace suponer que el derribo de los nidos fue provocado por alguno de estos pescadores que se sienten gravemente perjudicados por este pájaro.


Yo personalmente soy pescador de trucha y por mi trabajo tengo relación con pescadores y cazadores y cada día alucino más con los extremos a los que pueden llegar algunas personas, con un conocimiento nulo de cualquier tema relacionado con la naturaleza, pero eso sí enseguida se proclaman los mayores defensores de la misma. Cuando voy al río y tengo la suerte de tropezarme con alguna nutria por ejemplo, recojo los bártulos y me siento a la orilla a verla pescar. Hay quién en lugar de disfrutar de este espectáculo gratuíto, se dedica a tirarle piedras y palos. He oído a pescadores decir burradas como que los cormoranes comen hasta 4 kilos de truchas al día (supongo que rompiendo todas las leyes de la física relativas al vuelo), cuando la realidad es que en el mejor de los casos, o sea, un día que se les dé especialmente bien, consumen alrededor de los 400 gramos. Además se trata de una especie que pesca de modo cooperativo, por lo que su mayor efectividad se da en aguas profundas como embalses en los que captura principalmente otras de las muchas especies introducidas por la mano del hombre y que son más fáciles de atrapar como las carpas. He oído también a alguno intentar convencerme de que había visto pasar una garza con truchas en el pico e incluso cogidas con las patas (igual que si fuera un águila pescadora). Han salido algunos en el periódico diciendo que los patos eran perjudiciales porque se alimentaban de alevines de truchas y salmones. Ante artículos serios y rigurosos de investigadores expertos en la materia en los que se habla de alguno de los verdaderos problemas que acosan a los ríos como este

http://www.lne.es/opinion/2010/03/14/dejemos-salmones-reproduzcan/886271.html

Hemos tenido que leer tonterías de políticos como estas

http://www.lne.es/deportes/2010/03/19/pesca-salmon-chiste-coca-cola/888770.html

O de quienes despotrican contra los investigadores como en esta surrealista carta al director.

http://mas.lne.es/cartasdeloslectores/carta/3454/verdaderos-enemigos-salmon-complices.html

Eso sí cuando cuentan que antiguamente ibas a pescar y sacabas 5 o 10 kilos de truchas al día nadie se escandaliza y lo ven normal, como si esos excesos de entonces (y en algunos casos de ahora) no influyesen en las poblaciones de truchas.

Pues bien, aparte de los cormoranes, nutrias y garzas, ahora resulta que también nos molesta el mirlo acuático porque supuestamente se come los invertebrados que sirven de cebo para nosotros poder pescar y comernos (o en algunos casos vender pese a estar prohibido) las truchas.

Mal vamos si tenemos que echar la culpa de nuestras vergüenzas, léase sobreexplotación de recursos, contaminación de las aguas, embalses, destrucción de riberas (alguna vez hablaremos de la teoría de la “trucha fotosintética”), a quienes solo pescan para comer, sacar adelante sus crías y en definitiva ¡¡¡para vivir!!!.



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