Una de las sorpresas de este verano fue localizar una población de Parnassius apollo, especie que tenía muchas ganas de ver, en terrenos del Parque de Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias, en el mismo crestón calizo en el cual encontré los geranios de roca de los que hablé en una entrada anterior.
Se trata de mariposas espectaculares tanto por su tamaño, entre 65 y 85 mm de envergadura, como por su coloración. Las hembras son un poco mayores y más oscuras que los machos y dentro de una misma colonia pueden encontrarse ejemplares muy diferentes.
Vuela en una única generación anual entre los meses de junio y agosto. Las larvas se alimentan de plantas del género Sedum. Habita zonas de matorral y pastizales por encima de los 700 msnm. Es frecuente encontrarla en laderas de rocas calizas y fuerte pendiente como la zona en la que las localicé. Se extiende por la Cordillera pero no es una especie abundante y además se encuentra en clara regresión.
Una curiosidad sobre la especie es que, una vez que fecunda a la hembra, el macho segrega una sustancia que al endurecerse tapona el aparto genital de esta a modo de cinturón de castidad, impidiendo de este modo que la hembra pueda ser fecundada por otros machos. Este tapón recibe el nombre de sphragis.
Cuando localicé esta población, lo complicado fue conseguir una foto porque el sol ya calentaba bastante, las mariposas no paraban de revolotear y además lo escarpado de la zona por la que se movían no facilitaba las cosas, pero al menos pude hacer alguna foto testimonial.
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