lunes, 21 de abril de 2014

Olmos

Si en la anterior entrada veíamos los cerezos en flor, en este caso, vemos que los olmos (Ulmus glabra)  van más adelantados ya que tienen formados sus frutos antes de que comiencen a brotar las hojas. Son del tipo sámara y tienen la semilla en el centro estando rodeada de una especie de ala membranosa que ayuda a su dispersión por el viento. Recuerdan algo a un platillo volante La posición de la semilla ayuda a determinar la especie. En el caso del olmo de montaña (U. glabra) esta se encuentra en el centro del fruto mientras que en el común (U. minor) la semilla esta desplazada hacia la zona apical del mismo.


Los olmos han sufrido un gran declive en toda Europa debido a la grafiosis, enfermedad producida por un hongo, el Ophiostoma ulmi, que fue detectado por primera vez en Holanda en 1919, expandiéndose posteriormente con gran rapidez por todo el continente. El hongo es transportado por insectos escolítidos que transportan las esporas del hongo adheridas a su cuerpo. Se trata de insectos barrenadores de los que el más conocido es el Scolytus scolytus aunque hay más especies.

El hongo una vez dentro del árbol se extiende a través del xilema del mismo provocando la obturación de los vasos y finalmente la muerte del ejemplar. Hongo e insecto forman una especie de simbiosis; el hongo necesita al insecto para ser transportado y penetrar en el interior del árbol y el insecto gracias al hongo encuentra árboles débiles que proporcionan las condiciones ideales para que el insecto se reproduzca sobre ellos aumentando considerablemente sus poblaciones.



Aunque como apuntaba anteriormente los olmos han sufrido un gran declive, aún quedan algunos ejemplares aparentemente sanos, como el de las fotos, en los húmedos bosques caducifolios de la Cordillera Cantábrica.

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